La elección de las zonas a tratar se realiza a través de la identificación de unos patrones determinados por un conjunto de signos específicos que conforman un síndrome, y que pueden variar en cada persona.

Para identificar estos síndromes se realiza una valoración basada tanto en síntomas externos que pueda referir la persona,  como en signos que el acupuntor identifica a través de la observación, palpación de las zonas corporales donde se manifiesta el síndrome, toma de pulso, etc.

La identificación del patrón que está produciendo el desequilibrio nos va a proporcionar una información muy valiosa sobre la causa inicial del mismo, permitiéndonos en primer lugar tomar conciencia de ello, y así poder corregir aquellos hábitos que favorecen ese desequilibrio (alimentación, actividad diaria…).

Una vez identificados los puntos donde se va a realizar la punción, éstos se pueden estimular no solo con acupuntura sino también con otras técnicas como la digitopresión (presión realizada con los dedos, como en la reflexología podal) o la moxibustión (aplicación de calor).